La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos rechaza el sistemático empleo de un discurso racista desde la edición para Lima del diario Correo e invoca a los responsables de este medio a una rectificación.
La edición del jueves 22 de abril de 2009 de Correo dedica su primera plana, una nota informativa y el propio editorial a cargo del Director, el Sr. Aldo Mariátegui, a cubrir los errores ortográficos de la congresista de origen campesino Hilaria Supa, quien como todo el país conoce, tiene como lengua materna el quechua. Estos textos contienen valoraciones negativas que no se refieren exclusivamente a la señora congresista, sino que se extienden a las que con prejuicios desde Correo se estima son como ella.
La CNDDHH señala que no se trata de un acto aislado. En realidad la Edición para Lima del Diario Correo ha permitido la publicación semanal de una columna de opinión abiertamente racista, que ha denigrado de modo permanente por motivos clasistas, étnicos o culturales a ciudadanos o colectivos del país, mayormente de sectores menos favorecidos, firmados por el Sr. Andrés Bedoya Ugarteche.
La CNDDHH es respetuosa de las libertades fundamentales, entre ellas las de expresión, prensa y empresa, pero entiende estas formando un todo indivisible y armónico con el respeto por los principios democráticos y los derechos humanos.
En este sentido confía en los mecanismos que los propios medios de comunicación se dotan para ejercer su cometido de informar, pero hacerlo en un marco de expresión respetuoso de la dignidad del resto de ciudadanos.
Por ello invoca a los responsables de este medio de comunicación a una rectificación oportuna y proporcional, y a las instituciones civiles relacionadas con la libertad de expresión como el Consejo de la Prensa Peruana, IPYS, OFIP u otras a expresar su malestar y actuar en correspondencia a sus propias regulaciones.
La CNDDH confía en que un medio de comunicación serio y de gran importancia en el país, especialmente por su valiosa cobertura de sus ediciones regionales, muestre su capacidad de enmienda y su respeto por los valores democráticos, las poblaciones desfavorecidas y finalmente, su propio público.