La Sala Penal Especial de la Corte Suprema pronunció por unanimidad, hoy 7 de abril de 2009, una sentencia histórica que condena al ex dictador Alberto Fujimori por los cuatro casos de violación de derechos humanos por los cuales se le ha procesado: los asesinatos colectivos de La Cantuta y Barrios Altos, y los secuestros del periodista Gustavo Gorriti y Samuel Dyer.
La Sala, que llevó adelante un proceso ejemplar por su pulcritud e imparcialidad, estableció que los crímenes cometidos por Fujimori se encuentran probados “más allá de toda duda razonable”, por lo cual le condena como autor mediato en el marco de un aparato organizado de poder, estableciendo al mismo tiempo que los casos de Barrios Altos y La Cantuta constituyen crímenes de lesa humanidad.
La sentencia establece claramente la relación criminal existente a lo largo de una década entre Fujimori y Vladimiro Montesinos, y la relación de Fujimori con los altos mandos de las Fuerzas Armadas en tanto Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas y Jefe de Estado, lo que facilitó la aplicación de una política sistemática de violaciones de derechos humanos, entre los cuales se registran al menos otros 50 casos perpetrados por el destacamento Colina.
Un aspecto de enorme importancia de esta sentencia es que cumple con reivindicar la dignidad de las victimas de Barrios Altos y La Cantuta, a quienes se les reconoce oficialmente por primera vez en nuestro país que no pertenecieron a una organización terrorista y por tanto no eran terroristas.
Por todo esto, la Sala le ha impuesto a Fujimori una pena de 25 años. Consideramos que se trata de una pena justa, acorde a la ley y proporcional a la condición aberrante de los crímenes perpetrados.
El Perú, ante los ojos del mundo, ha hecho justicia a las víctimas que por más de 17 años clamaron por ella sin ser escuchadas. Este episodio representa un hito en la lucha por la justicia y el respeto a la dignidad de los seres humanos.
La condena al ex dictador sienta un precedente histórico frente a los crímenes de lesa humanidad perpetrados desde las más altas esferas del poder, que suelen quedar impunes. Los familiares de las víctimas y las organizaciones de derechos humanos saludan la decisión del Tribunal de sancionar ejemplarmente a Fujimori, quien delinquió en complicidad con Vladimiro Montesinos en estos y muchos otros casos de violación de derechos humanos y en delitos de multimillonaria corrupción y robo a los recursos del Estado que aún esperan ser juzgados.
La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos resalta la integridad de los magistrados que integraron la Sala Penal Especial, quienes a lo largo del juicio demostraron imparcialidad, transparencia y objetividad, garantizando un justo y debido proceso, en el cual Fujimori gozó de la mayor amplitud y garantías para ejercer su defensa.
Este proceso sienta un precedente histórico que reivindica al Poder Judicial peruano por la reserva moral que representan no pocos magistrados como los que conformaron la Sala Especial. Lo mismo nos cabe decir sobre los representantes del Ministerio Público.
Abrigamos la esperanza de que esta sentencia histórica marque una línea en relación con los juicios pendientes por violaciones de derechos humanos, que no deben quedar impunes, en aras de la verdad y la justicia a que tienen derecho las víctimas, sus familiares y toda la ciudadanía.
Este año 2009 será recordado como el año en que la justicia recayó sobre un ex presidente que simboliza mucho de lo peor que nuestra sociedad ha sido capaz de expresar en las últimas décadas. No nos alegremos por la condena de un hombre y la pena de su familia. Reconfortémonos sí por lo que representa en términos de mensaje de igualdad ante la ley, de consuelo para las miles de víctimas que produjo sin remordimiento, y de legitimidad para nuestra democracia tan frágil, que él se propuso destruir.
En este día, quiero rendir homenaje a la perseverancia y valor de los familiares de las víctimas de Barrios Altos y La Cantuta, que nunca se rindieron ni intimidaron ante un poder corrupto y homicida, y persistieron hasta alcanzar justicia. De ellos es este triunfo merecido, de ellos, de estas madres y hermanas, es esta reivindicación que hoy la justicia ha pronunciado sobre sus seres queridos asesinados por quien hoy ha sido hallado culpable y sentenciado. A ustedes, madres de la Cantuta y Barrios Altos, y en nombre de ustedes a todos los familiares de las víctimas de todos los casos de violación de derechos humanos que claman por justicia en nuestro país, nuestro abrazo más profundo.
* Ronald Gamarra, secretario ejecutivo de la CNDDHH y abogado de la parte civil en el juicio contra Fujimori. Conferencia de prensa, martes 07 abril 2009, 3.00pm
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