CODEH-ICA celebra 28 años
La Comisión de Derechos Humanos de Ica (Codeh-Ica) celebra este año su 28 aniversario de vida institucional promoviendo el respeto y la defensa de los derechos humanos, la ciudadanía, el ejercicio democrático y el desarrollo humano en la Región. Desde la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos nos sumamos a esta celebración y saludamos a quienes forman parte del Codeh-Ica, institución miembro de nuestro colectivo, fundada en la década del 80 por el P. José Manuel Miranda, activista de reconocida trayectoria en el país.
A propósito de este aniversario, compartimos con ustedes la entrevista a José Manuel Miranda publicada en la Revista Codeh-Ica Nº 120, quien reflexiona sobre una problemática presente en diversas regiones del país.
Entrevista a J. Manuel Miranda (Tiempos de reflexión)
LOS RECUROS NATURALES Y LOS DERECHOS DE LOS PUEBLOS
En los últimos meses, vienen aconteciendo diversos conflictos y manifestaciones de la población ante la explotación de los recursos naturales: minería, petróleo, gas, ¿Qué reflexión le motiva estos hechos?.
En estos días hemos sido testigos de las huelgas de los mineros informales en la selva (Puerto Maldonado) y en Chala (Arequipa) donde tuvimos un saldo de seis muertos y 28 detenidos. El año anterior tuvimos los tristemente célebres sucesos de Bagua con un saldo significativo también de vidas humanas entre policías y nativos. En torno a los recursos naturales giran un sin número de intereses, nacionales y transnacionales para hacerse con ellos a cualquier precio y son el punto de partida de muchos conflictos, que al ser mal tratados, tienen como resultado costos demasiado elevados. Lo primero que echamos de menos es la incapacidad para gobernar en democracia. Las armas de la democracia, lo hemos dicho muchas veces, son el diálogo y la concertación que se deben mantener de forma constante, en espacios abiertos desde abajo y desde las distintas instancias gubernamentales, no después de la intervención policial con muertos y heridos a la espalda. Es urgente una relación distinta entre el Estado y la sociedad civil, el pueblo está reclamando a gritos un Estado más cercano a su problemática, que comparta con ellos y no estamos halando de las visitas de los parlamentarios, que hacen de vez en cuando para cumplir el expediente. Está claro, por la incidencia y por la sucesión de conflictos en el país, que este gobierno no sabe gobernar en democracia. Hoy en el diálogo abierto están reclamando lo que acoraron hace un año, los acuerdos no se cumplen. Las intervenciones, el discurso y las actitudes del presidente y sus ministros no son democráticas. La Defensoría del Pueblo en repetidas oportunidades ha llamado la atención al respecto.
La minería informal constituye un problema serio, cuya solución no es fácil. En todo caso, para los actuales gobernantes es más cómodo criminalizar que solucionar estas demandas.
Sin duda el problema es complejo. Se está afectando la salud de la población y de la fauna al lanzarse al agua toneladas de mercurio, se está dañando el medio ambiente con sustancias químicas, convirtiendo todo en pampas de lodo y afectando las fuentes de agua; no se contribuye con el fisco y las relaciones laborales son infrahumanas; por otra parte grandes empresas están queriendo hacer suyas estas minas tan apetecibles al gran capital. Pero la solución no es un decreto legislativo, con decretos no se solucionan estos problemas, están detrás 300,000 personas teniendo en cuenta las familias de los mineros que viven de esta actividad. Ayer estuve en Nazca y en el grupo sobre “trabajo digno” había también mineros informales; una de las solicitudes urgentes que proponían para las nuevas autoridades era la formalización de la minería en pequeñas empresas con asesoría y créditos y en las que ellos fueran los integrantes.
Lo que no se puede admitir de ninguna manera es que la policía mate manifestantes; no se pueden usar armas letales contra los amotinados por muy violentos que sean; aquí se observa una falta de profesionalismo; la policía está para defender la vida aunque sea de un delincuente ó un asesino y se está haciendo una práctica en develar huelgas y manifestaciones matando. Sabemos de la criminalización de la protesta, de los decretos para el uso de las armas en las manifestaciones y de la inmunidad que promociona este gobierno, no estamos de acuerdo. Las víctimas siempre son gente humilde y pobre.
¿En el fondo de la cuestión está el negocio de los recursos naturales, la explotación, la usurpación de los mismos?
Hay una relación directa entre el saqueo, la explotación y la expoliación de los recursos naturales de estos países y los conflictos. Donde hay recursos naturales está la codicia de las grandes empresas que harán lo posible para hacerse con esos recursos naturales, comprarán a los funcionarios del gobierno, a los congresistas, se aliarán con el diablo si hace falta; y lo estamos palpando con los famosos pretoaudios, la venta de tierras por parte de COFOPRI, son los recursos naturales que están por medio. No olvidemos que parte de las guerras en la historia han sido provocadas por la extracción de estos recursos y las últimas y escandalosas han sido las de Irán e Irak donde se inventaron la amenaza nuclear para arrasar con los países y continuar extrayendo el petróleo, si en esos países no hubiera habido riqueza, nadie se hubiera molestado, y recordemos también Costa de Marfil, el Congo, Simbawe, etc.
Debemos tener en cuenta que la soberanía sobre los recursos y riquezas naturales son elementos básicos para la libre determinación de los pueblos. Los recursos naturales son algo así como el patrimonio nacional, y el patrimonio se defiende. Por eso es triste y escandaloso cuando uno observa cómo se está entregando el Perú en peso al hacer inmensas concesiones a las empresas transnacionales. Dónde queda en el Perú el respeto al derecho de los pueblos a disponer de su riqueza y de los recursos naturales?. Los Estados pueden disponer de sus riquezas y recursos naturales de acuerdo con sus intereses nacionales y en el respeto a la independencia económica de los pueblos. Este entreguismo, este saqueo de nuestros recursos donde se llevan todo dejando unas migajas y ni siquiera se ha grabado con un impuesto a las sobreganancias, en qué contribuye al desarrollo del Perú?, a la autonomía económica de los peruanos? si se mantiene el modelo extractivo exportador de materias primas sin mayor proyección?.
Los recursos naturales de cada país son en primer término para los habitantes del país; en el Perú ocurre todo lo contrario, los recursos naturales son para las transnacionales a quienes se les cede en concesión la explotación de los minerales, petróleo, gas , madera y no dejan ni un 20% de lo extraído. Es la teoría del perro del hortelano puesta en práctica por el presidente, con el problema que el hortelano trabaja para intereses foráneos.
Sin embargo, al Presidente García, poco le falta colocarse en el pecho una banda como un excelente martillero derl saqueo nacional.
Toda la cooperación internacional, ayuda técnica y científica a los países en vías de desarrollo, debe basarse en los principios de igualdad y del derecho de los pueblos y naciones a la libre determinación. Las “ayudas”, en préstamos, apoyos técnicos, inversiones extranjeras para estos países tercermundistas deben procurar afianzar el desarrollo y la independencia económica de estos pueblos. Esto es elemental en el derecho internacional, que siempre insisten en la soberanía de los pueblos sobre sus recursos naturales.
En la práctica, nada de soberanía ni independencia económica, lo que se da es un saqueo de los minerales, petróleo, gas, madera, bienes no recuperables y nos dejan escombros y un medio ambiente contaminado y maltrecho. El pueblo es cada día más consciente de ello y los conflictos se sucederán porque somos ricos en recursos naturales y las condiciones de vida de la población se mantienen en situaciones de pobreza, miseria y marginación, con grandes sectores excluidos del quehacer nacional. Los recursos naturales, ante todo y sobre todo, deben ser para el bienestar de la población. Se da una violación permanente a la independencia y soberanía nacional de estos pueblos, y esto es grave.
Es un derecho disponer de los recursos para erradicar la pobreza en perspectiva, derecho a disfrutar de sus beneficios, derecho a un modo de vida seguro, además, a la protección efectiva de la biodiversidad, derecho al desarrollo humano.
Qué acciones habría que implementar para recuperar la autonomía y la soberanía nacional?
Con motivo del conflicto de Bagua se está hablando del derecho a consulta y participación pública en la toma de decisiones gubernamentales en el desarrollo de los recursos naturales. Las riquezas naturales son del pueblo no de libre disposición de los gobernantes de turno.
Otro aspecto del que debemos hacer conciencia es el derecho al desarrollo que tenemos todos los ciudadanos sin excepción. Desarrollo no en el sentido economicista de tener unos soles más ó menos en el bolsillo, se precisa también de la valoración y el reconocimiento, que se debe traducir en el “buen vivir” al que todos estamos llamados. Los recursos naturales deben contribuir, prioritariamente, a esto.
Hoy es una exigencia elemental hablar de «desarrollo sostenible», diseñado para armonizar mejoramiento económico y la protección ambiental-cultural-social para las generaciones presentes y venideras. Después del fracaso de Copenaghue tenemos la esperanza que nos llega desde Quito y Cochabamba: La comprensión de esta nueva dimensión en relación con la naturaleza, los derechos de la madre tierra, considerándola como sujeto y no solo como objeto a ser explotado matando ecosistemas, la vida misma.