Sala Penal Nacional dice que a lo sumo incurrieron en encubrimiento. Familiares realizaron plantón frente al Poder Judicial para exigir justicia. Al final, decidieron apelar.
Aduciendo “falta de pruebas”, la Sala Penal Nacional absolvió a los seis oficiales y suboficiales del Ejército acusados de asesinar a doce campesinos, entre ellos dos niños de 8 y 12 años de edad, en los poblados de Pomatambo y Parcco Alto, en Ayacucho, en octubre de 1986.
“A criterio del tribunal integrado por las juezas Clotilde Cavero, Jimena Cayo y Enma Benavides, los militares acusados no son responsables de las muertes, pues no las ejecutaron. Lo máximo que hicieron fue encubrir el caso, pero este delito no fue incluido en la acusación fiscal, por lo que deben ser absueltos”, comentó la abogada Gloria Cano.
“Entonces, entendemos que la sala nos dice que los campesinos se suicidaron”, ironizó la abogada.
“Es increíble que digan que no hay pruebas y que solo se oficie para que sigan en la búsqueda de unos soldaditos y no se sancione al que dio la orden , y luego se encargó de encubrir el hecho”, comentó.
Temprano, familiares de las víctimas realizaron un plantón frente a la sede de la Sala Penal Nacional para exigir justicia. Al no conseguirla, apelarán a la Suprema.
La Fiscalía solicitó penas de hasta 20 años de cárcel para los militares Carlos Bardales, Jesús Retamal, Miguel Becerra, Roberto Espinoza, Eduardo Estela y Agustín Tuya. Dos de ellos estuvieron ausentes, y se ha pedido su captura.
Segun la Fiscalía, las víctimas fueron torturadas, asesinadas, quemadas y luego arrojadas a una quebrada de la zona.
Fuente: La República 23/11/20010