La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos expresa su preocupación y profundo rechazo por la agresión que un miembro del Grupo de Formación e Intervención para el Desarrollo Sostenible GRUFIDES, sufrió el pasado 06 de noviembre cuando salía de su domicilio.
Este hecho podría ser muy grave si se demostrara que forma parte de los ataques, amenazas y campañas de desprestigio que GRUFIDES ha sufrido por su labor de defender a las comunidades afectadas por la actividad minera y el impacto de éstas en el medio ambiente y la sociedad.
Como se sabe el integrante afectado salió de su domicilio el sábado 06 del presente, y cuando abordó una moto-taxi el conductor de la misma le inyectó una sustancia narcótica en la pierna la cual le hizo perder inmediatamente el conocimiento. El efecto de la droga duró varias horas haciendo imposible identificar al perpetrador o perpetradores.
La CNDDHH hace un llamado a las autoridades policiales y judiciales, que conocen el caso, para que las investigaciones permitan identificar y sancionar a los responsables de este acto, y se establezca si se trata de un delito común o ha sido cometido deliberadamente por quienes ven al personal de GRUFIDES como una amenaza para las empresas mineras, tal como ocurriera con las acciones de espionaje y chuponeo telefónico en las que se encontraron involucradas las empresas privadas de seguridad Forza y Business Track, y cuyas investigaciones quedaron en total impunidad debido al archivamiento que dispuso el Ministerio Público de Cajamarca.
Expresamos nuestra solidaridad con GRUFIDES, como organismo defensor de las comunidades y pueblos más afectados e indefensos ante la actividad minera indiscriminada y extendemos nuestra preocupación para que esta Institución pueda desarrollar su trabajo en un clima de paz y seguridad en la ciudadanía.
Lima, 19 de noviembre de 2010.