DEMUS expresa su preocupación por debilidad institucional que proyectan candidatos a la presidencia respecto de las presiones de la jerarquía eclesial. Señala que previsible influencia confesional en sus gobiernos afectará derechos de las mujeres.
La institución feminista hizo pública su preocupación por la debilidad en la defensa del Estado laico, las libertades ciudadanas y la igualdad de derechos que proyectan las organizaciones políticas en campaña, agravada luego de las reuniones sostenidas con el primado de la iglesia católica Juan Luis Cipriani, opuesto a la vigencia del sistema de derechos humanos en el país.
En los últimos días Alejandro Toledo de Perú Posible, Keiko Fujimori de Fuerza 2011 y Ollanta Humala de Gana Perú han sostenido encuentros con el arzobispo quien ha fustigado las propuestas en torno al reconocimiento de derechos humanos en el ámbito de la sexualidad y la reproducción como el matrimonio entre personas del mismo sexo o matrimonio igualitario, el acceso a la anticoncepción de emergencia y la despenalización del aborto.
“Consideramos que es negativo y desalentador el mensaje que estos personajes políticos le dan al electorado respecto de principios que deben sustentar una democracia como son por ejemplo la vigencia del Estado laico establecida constitucionalmente, los derechos humanos en su integralidad, y la igualdad para todas las personas sin ningún tipo de discriminación”, sostuvo Jeannette Llaja Villena directora de DEMUS.
Argumentó que de la posición expresada por estas candidaturas se evidencia la influencia que en sus posibles gobiernos tendrá la iglesia católica a través de sus operadores políticos, presentes en curules y en el gabinete ministerial, en perjuicio del abordaje de graves problemas nacionales desde una perspectiva de derechos humanos.
“La ausencia de políticas públicas por estas presiones -también presentes en el actual gobierno- acentuará el riesgo sobre la vida y salud de las mujeres en particular pobres y rurales, quienes seguirán limitadas para decidir libremente sobre su maternidad, expuestas a abortos inseguros por gestaciones no deseadas, y sin acceso a la anticoncepción de emergencia así como a la interrupción legal de embarazos”, subrayó la abogada.
En la historia republicana ningún régimen ha vencido estas presiones lo que se traduce en el caso de las mujeres en la frustración de sus proyectos de vida, nacimiento de niños no deseados, abortos inseguros, enfermedad y muerte materna, entre otros impactos.
Jeannette Llaja criticó la estrecha visión de democracia que muestran las candidaturas y que sesgan a amplios sectores de la población. “Los cambios que requiere el país no son solo económicos sino culturales y sociales. La política no puede ser cálculo electoral sino herramienta para garantizar la democracia, las libertades y los derechos para todas y todos”.
Mencionó al candidato de Gana Perú que contradijo radicalmente su plan de gobierno que postula la despenalización del aborto, al condenarlo públicamente con rosario en mano. “El señor Humala tiene derecho a profesar una fe religiosa, pero no puede imponerla al resto de la ciudadanía. Un gobierno responde a toda su población y debe regirse por la Constitución y el marco internacional de derechos humanos suscrito por el Perú y que es de obligatorio cumplimiento”, remarcó Llaja Villena.
El 10 de abril –agregó- peruanas y peruanos acudiremos a elegir a quien esté en condiciones de gobernar el Estado teniendo claridad sobre su total independencia de las influencias clericales, pues no se trata de votar por un acólito o acólita.