Por Rocío Silva Santisteban
Publicado en La República, 29/05/2011
Escribo estas líneas al regresar de la exitosa marcha que convocó la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos-CNDDHH junto con la CGTP, el Conavip (Afectados por la Violencia), la CUT, el Movimiento Ciudadano “Para que no se repita”, Mujeres Dignidad, Acción Crítica, Colectivo Cinco de Abril y diversos colectivos y movimientos de ciudadanos y ciudadanas, estudiantes y trabajadores en Lima, pero también en Cusco, Ayacucho, Iquitos, Chiclayo, Trujillo y otras ciudades. Estamos cansados pero satisfechos por las más de 20 cuadras de quince mil jóvenes y mayores, mujeres urbanas y rurales, universitarios y jubilados, caminando pacíficamente desde la plaza Dos de Mayo hasta la avenida De la Peruanidad para señalar que no queremos volver a tener un gobierno que emule el latrocinio, la corrupción y las violaciones de DDHH que se dieron durante el primer fujimorato.
¿Por qué la CNDDHH realizó esta marcha? Porque la CNDDHH, como institución que viene trabajando desde hace 27 años contra las violaciones de los derechos humanos en el Perú, tiene la firme convicción de que una candidata como Keiko Fujimori nos podría llevar a un segundo fujimorato; esto es, un gobierno que lleve al poder y a las instituciones del Estado a un grupo de personas que ya estuvieron en el poder y en las instituciones del Estado durante los años 90 y que articularon una maquinaria corrupta que propuso políticas de Estado que perpetraron violaciones a los DDHH.
Consideramos que un futuro gobierno de Keiko Fujimori sería un gobierno que haría lo posible e imposible por la salida de la cárcel de Alberto Fujimori, que tiene sentencia firme como asesino, corrupto y ladrón ya sea a través de un indulto, de una amnistía o de un hábeas corpus ante el Tribunal Constitucional. Consideramos a su vez que Keiko Fujimori, quien ha pedido perdón a las víctimas del régimen de su padre y aún en el supuesto negado de que tenga buena voluntad, será fácilmente cooptada por los grupos alrededor del fujimorismo y por algunos de los fujimoristas más conspicuos que siguen junto a ella como Jorge Trelles, José Chlimper, Marino Costa Bauer (el ministro de Salud durante las esterilizaciones forzadas), Víctor Robles Sosa, Jorge Morelli Pando, director de Cable Canal de Noticias, además de los operadores usuales como María Luisa Cuculiza, Martha Chávez, Luz Salgado, entre otros. A su vez ha incorporado a personas que desde el Estado abogan por la impunidad, como el actual candidato a la vicepresidencia Rafael Rey.
Recordamos también que Keiko Fujimori ha sido beneficiaria directa de la corrupción del fujimontesinismo, pues sus estudios universitarios en una de las universidades más caras del mundo, como es la Universidad de Boston, fueron pagados con el dinero robado de las arcas públicas. Personalmente considero que una elección como presidente de la República de Keiko Fujimori sería un suicidio moral para nuestro país porque representa a su padre, y ha sido él, el presidente más corrupto del Perú y uno de los siete gobernantes más corruptos del mundo, quien la inspira.
Los peruanos que marchamos en esta movilización del 26 de mayo no votamos con nuestros bolsillos, nosotros votamos con nuestra conciencia.
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