Tomado de AlertaPeru
Necesitamos tender puentes entre las distintas memorias de la violencia política. Fue una de las conclusiones de Ricardo Caro y Cecilia Méndez anoche en «Lo Justo»
¿Por qué la opinión pública sigue sintiéndose tan lejana a la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR)? Esta es la pregunta que, con motivo del octavo aniversario del informe de la CVR, reunió a los historiadores Ricardo Caro y Cecilia Méndez durante la emisión del programa televisivo “Lo Justo”, producido por la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH).
Ricardo Caro, quién también es sociólogo y profesor de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM), señaló que nuestro país vive un “divorcio de memorias”, reflejado en los distintos momentos y espacios que los actores del Estado y la sociedad utilizan para conmemorar la época de la violencia. “Yo he estado varias veces en el aniversario del atentado de Tarata (en Miraflores, Lima) y es un momento muy marcado por la presencia institucional del Estado y la sociedad civil miraflorina. Hay delegados de las Fuerzas Armadas (FFAA), de la asociación de víctimas, va un delegado del alcalde, está la Iglesia… Pero hay notables ausencias: los activistas del movimiento de derechos humanos que se encuentran, todos los años, en el aniversario del informe de la CVR”. “En el aniversario de la CVR se extraña a los actores del Estado que uno encuentra en Tarata, y viceversa”, indicó, lo que muestra “un desencuentro”.
“Este desencuentro”, continuó Caro, “tiene una explicación que tiene que ver con la manera cómo se están elaborando las memorias del pasado, que responden a intereses de universos de víctimas diferenciados por la situación misma de donde provienen”. Caro recordó que “luego de Tarata hubo la marcha por la paz, que permitió un encuentro entre miraflorinos y pobladores de Villa El Salvador, que fue un momento para decir “estamos juntos” en esta lucha contra la violencia… Pero fue un momento efímero”.
Por su parte Cecilia Méndez, quien es doctora en Historia, señaló que “la CVR se forma por iniciativa del propio Estado durante el Gobierno de Paniagua, que encarga el Informe, entonces estamos viviendo algo extremadamente nuevo: es un producto oficial del Estado, o en todo caso es un informe híbrido”. Méndez consideró que el informe de la CVR es un encargo del Estado, pero que no es asumido por el mismo como un documento oficial. “El Estado se supone que tendría que estar más presente en lo de la CVR porque el propio Estado creó la CVR”, estimó.
Al respecto, Rocío Silva Santisteban, conductora del espacio televisivo y además secretaria ejecutiva de la CNDDHH, recordó que “en estos últimos cinco años del Gobierno anterior ha habido un repliegue del Estado” en los temas de memoria. Frente a esto, preguntó si en ese marco es posible un diálogo entre los universos distintos de víctimas
“Yo creo que sí”, indicó Caro. “Por ejemplo, no hay ningún momento para conmemorar a las autoridades civiles que fueron víctimas, me refiero a los alcaldes, regidores y otras autoridades electas que, por su cargo, fueron matadas”. “En la puerta de Palacio hay un obelisco que recuerda a las víctimas militares, pero no hay nada para recordar a las autoridades civiles”. Caro consideró que “levantar esas otras memorias” puede ser una forma de “encontrar esos puentes entre el Estado y la sociedad”.
Caro coincidió en que un “gran ausente en el Ojo que Llora (donde se suele recordar el informe de la CVR) es el Estado”, además de los ronderos y otras diversas asociaciones de sociedad civil que enfrentaron la violencia en esos años. “Por ejemplo, los militares tienen sus lugares y momentos para conmemorar, pero no hay puentes entre esos espacios y actos como los de la CVR. Y no veo iniciativa de los sectores que dinamizan el acto del 28 de agosto (fecha del aniversario del informe de la CVR) de invitar a esos actores que cumplieron un rol y deberían estar ahí”.
Cecilia Méndez remarcó que es necesario “pensar en cómo hacer para que eso no se convierta en actos de venganza, para que el recuerdo sea reconciliado”. “¿En qué términos se debe fomentar esa memoria? No se trata de decir ‘recuerda que esos desgraciados nos hicieron esto y nunca lo vamos a olvidar’”, indicó. Además, hizo notar las diferencias en las posibilidades politícas de la construcción de memorias, al recordar que “esta no fue la única guerra interna, hubo otros episodios de violencia que se han olvidado, y curiosamente se trata de aquellos que perdieron los sectores más excluidos, los campesinos. En contraste, hay otra guerra que se recuerda permanentemente, y es la guerra con Chile, que es la guerra que las elites perdieron”.
Por otro lado, Méndez señaló que “en el caso peruano la complejidad es que son víctimas de los dos lados”, a diferencia de Chile y Argentina, procesos de memoria que movilizan mucho más ampliamente a la sociedad, “donde se trata básicamente de víctimas de la dictadura”.
Finalmente, Caro consideró que “tenemos que ir hacia una política de gestos y establecer contra qué estábamos luchando, en tanto comunidad nacional, en los años ochenta”. Al respecto, señaló algunos avances simbólicos importantes. “Este año la alcaldesa de Lima se hizo presente en el aniversario de Tarata”, un gesto doblemente acertado pues además d su cargo político ella ha sido miembro visible del movimiento de derechos humanos. Por otro lado, “tener a un presidente que ha sido militar en ese período y que ahora ejerce un rol civil, es una oportunidad” en ese posible camino de reconciliación de memorias, consideró.
Cabe recordar que el programa «Lo Justo», producido por la CNDDHH, se transmite todos los martes a las 19:00 vía la plataforma virtual de lamula.pe. (PM)
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