CNDDHH junto con familiares y víctimas de violencia policial en conflictos sociales exigen reparaciones al Estado y sanción a los responsables
Hoy viernes 24 de agosto, en el local de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH), se llevó a cabo la conferencia de prensa “NI UN MUERTO MÁS: Voz de las víctimas y familiares afectados por la intervención policial en contextos de protesta social”. Estuvieron presentes Rocío Silva Santisteban, secretaria ejecutiva de la CNDDHH, los congresistas de la República Mesías Guevara y Jorge Rimarachín, Jaime Borda, de la Vicaría de la Solidaridad de Sicuani, al igual que familiares y heridos de estos conflictos.
Durante la conferencia, Mesías Guevara afirmó que ya se está coordinando junto con la CNDDHH una ley de apoyo a las víctimas y heridos, y que en 120 días el Ministerio Público entregará un informe sobre la responsabilidad de los cinco muertos en Celendín y Bambamarca. Negó, al igual que Rimarachín, que el proyecto minero Conga se haya detenido: “eso es una mentira”, sentenció.
Sobre el conflicto en Espinar, Cusco, Jaime Borda confirmó un tercer fallecido, sumando ahora el número de muertos en conflictos sociales dieciséis.
NI UN MUERTO MÁS
La CNDDHH, teniendo en cuenta el reclamo de diversos sectores de la sociedad peruana, impulsa la campaña NI UN MUERTO MÁS. Esta campaña tiene como finalidad denunciar una serie de violaciones a los derechos humanos que persisten en nuestro país. Hoy viernes 24 de agosto iniciamos esta campaña fijando nuestra atención en las quince personas que han perdido la vida como resultado del accionar de las fuerzas del orden en el marco de los conflictos sociales durante el primer año de gobierno del presidente Ollanta Humala Tasso. Por ello, contamos con la presencia de los familiares de los fallecidos y afectados por la violencia del Estado.
La CNDDHH hace un llamado a las autoridades a tomar acciones inmediatas. No deben seguir muriendo peruanos en los conflictos sociales. Exigimos que se investiguen estos casos, que se sancione a los responsables, y que se repare a las víctimas, hoy presentes, entre las que se encuentran heridos en estado de gravedad, y que requieren costosos procedimientos médicos, así como familiares de personas fallecidas, viudas, que no sólo han perdido a sus seres queridos, sino que ven en riesgo su bienestar y el de sus familias.
La dignidad de un pueblo se mide por su capacidad de hacer respetar sus derechos fundamentales. Hoy nuestra batalla es por el derecho a la vida. Hoy decimos a una sola voz: NI UN MUERTO MÁS.
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