COMUNICADO
A 25 años del golpe de Estado
¡Fujimorismo nunca más!
Este 5 de abril se cumplen 25 años del quiebre de nuestra democracia a manos de Alberto Fujimori, quien purga prisión por asesinato y corrupción. Este ataque a nuestro Estado de derecho significó el inicio de un periodo oscuro de nuestra historia republicana, en el que Fujimori y su cómplice, Vladimiro Montesinos, coparon todos los espacios del poder.
Aunque esta fecha es recordada por el cierre del Parlamento, no debemos olvidar que el golpe de Estado significó también el inicio de intervenciones en el Poder Judicial, en el Ministerio Público, en diversas instituciones estatales y en los medios de comunicación, así como la institucionalización de políticas de Estado para permitir y avalar la corrupción así como la violación sistemática de derechos humanos, la cual no solo mató a personas inocentes y precarizó el trabajo de millones peruanos y peruanas, sino que además esterilizó a cientos de miles de mujeres indígenas, siendo este uno de los mayores crímenes aún impunes del régimen fujimorista.
Más aún, con su descarado populismo y clientelismo, Alberto Fujimori y sus partidarios se aprovecharon de las necesidades más elementales de las personas para obtener réditos políticos, sin asumir un real compromiso de aprobar y concretar las profundas reformas que nuestro país necesita.
Un día como hoy el fujimorismo nuevamente intenta, desde una abrumadora mayoría en el Congreso de la República, cercenar derechos tan básicos de la ciudadanía como el derecho a la vida de las personas LGTBI, retroceder en materia de igualdad de género en las políticas públicas y así hacer desconocer obligaciones internacionales de protección de los derechos humanos, con lo cual deja claro que el supuesto recambio de líderes de ese régimen solo busca llegar al poder para continuar con su accionar delincuencial.
Por todo esto desde la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos no solo recordamos lo sucedido en 1992, sino que reafirmamos nuestro compromiso de trabajar por la reconstrucción aún pendiente de nuestro país y para esto es indispensable que las nuevas generaciones de peruanas y peruanos conozcan esos hechos y, de esta forma, conformen una ciudadanía crítica que cimiente una democracia sólida, con instituciones respetuosas de los derechos humanos fortalecidas y se logre así un país que resurja de la dolorosa tragedia que viene afrontando en la actualidad.
Lima 05 abril se 2017