Desde el 2011 en el Perú 17 defensores del territorio y el medio ambiente, fueron asesinados. Según la base de datos de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, estos defensores perdieron la vida en manos de sicarios. Un caso emblemático que muestra el grave riesgo que corren quienes defienden el medio ambiente y sus territorios en el Perú sucedió en septiembre del 2014, cuando cuatro líderes indígenas de la comunidad amazónica Ashaninka de Saweto, fueron asesinados por sicarios contratados por una empresa maderera en Ucayali.

En la costa central del Perú, existe una veintena de lomas, formando un ecosistema único de gran diversidad en flora y fauna. En Lima metropolitana son cinco los distritos que cuentan con este valioso ecosistema: Lomas de Amancaes (Rímac- Independencia) Lomas de Mangomarca (San Juan de Lurigancho) Lomas de Lúcumo (Pachacamac), Lomas de Paraíso (Villa María del Triunfo) Lomas de Primavera (Carabayllo)

Las Lomas Costeras se encuentran en peligro a causa del desorden y falta de planificación urbana en la ciudad de Lima, la corrupción y la mafia de tráfico de terrenos ponen en riesgo este importante ecosistema, sin embargo, las Lomas de Villa María del Triunfo se encuentran protegidas desde el 2019 por el Estado Peruano, a través del Decreto Supremo 011- 2019 emitido por el MINAM donde se dispone la protección por ser un espacio de gran biodiversidad de flora y fauna que: “no puede ser ocupada por terceros” este Decreto Supremo no coincide con la realidad debido a que es precisamente las lomas del distrito de Villa María del Triunfo, denominada “Santuario de las vizcachas” las que estos últimos días fueron invadidas por traficantes de terrenos, ante la nula reacción de las autoridades competentes.

Precisamente, la creación del Área de Conservación Regional Lomas de Lima faculta a la Municipalidad Metropolitana de Lima a ejercer la Defensa Posesoria Extrajudicial (Ley 30230) de las Lomas del Paraíso ubicadas en la zona y desalojar a los invasores de terrenos. Sin embargo, el ejercicio de esa defensa tiene un plazo de 15 días desde la invasión lo que, hasta la fecha, la autoridad metropolitana ha soslayado. Este hecho expone a la destrucción del ecosistema y a los dirigentes y moradores de la zona que están a merced de los traficantes de terrenos.

Lima 21 febrero 2020