
Felipe, de nueve años, es amarrado y golpeado desnudo en el balcón de su casa. Claudio, de cinco, recibe constantes flagelaciones con una rama de ortiga; y el cuerpo de María, de seis, es quemado sin piedad con una plancha.
Ellos, al igual que otros 8 millones de niños en el mundo, reciben castigos corporales por parte de sus padres o docentes, sin importar las consecuencias físicas y mentales en su desarrollo.
En Perú, según la presidenta de Save The Children, Teresa Carpio, la situación se agrava porque solo se puede sancionar con más de dos años de cárcel al agresor de un menor que ha quedado hospitalizado por más de 10 días, «lo cual es un daño tremendo»; y peor aún –según dijo– «porque no existen penas para quienes castiguen y humillen a un niño».
Justamente esta situación es la que se busca revertir con la campaña ¡Adiós al castigo!, que se inicia hoy a las 11 de la mañana en el Parque de la Muralla, con el apoyo de 19 instituciones y un despliegue de danzantes, actores y cantantes.
SE NECESITA UNA LEY
«Lo que planteamos es una ley específica que prohíba el castigo físico contra los niños y que incluya, a su vez, el Código del Niño y el Adolescente.
Según la socióloga Carpio, el menor que sufre de castigos permanentes, vive resentido con su agresor, y puede adoptar baja autoestima, falta de iniciativa y de comunicación con las personas que lo rodean.
Sin embargo, agregó, también están los que reproducen esta violencia y adquieren reacciones agresivas constantes, que repercuten en el rechazo a las normas.
CASTIGOS Y HUMILLACIONES
Solo en el país, según el psicólogo de la ONG Infant, Javier Urbina, casi el 50 por ciento de los niños son víctimas de violencia física en sus hogares, y el 18.8 por ciento recibe maltratos en sus escuelas.
«Estos casos suceden tanto en Lima como en provincias, y tanto en colegios públicos como privados. Muchas veces, estos menores se adaptan a las situaciones de maltrato, lo toman como parte de su vida, y se empiezan a sentir culpables o merecedores de estos castigos».
Depende de las autoridades y de la sociedad lograr detener la tortura diaria que viven miles de niños y adolescentes.
Las huellas del maltrato infantil
- De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre 100 y 140 millones de niñas han sufrido algún tipo de mutilación genital, mientras que alrededor de 53 mil niños en todo el mundo murieron como consecuencia de homicidios en el 2002.
- Por su parte, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) calcula que 1,8 millones de menores de edad trabajan en pornografía y prostitución. De igual modo, se estima que miles de niños en todo el mundo son testigos de violencia doméstica cada año, con graves secuelas emocionales.
- Solo en la capital, según un estudio realizado en 1999, uno de cada tres limeños maltrata psicológicamente a sus hijos (36.2%) y dos de cada cuatro, o cinco, lo hace físicamente (43.2%). (Fuente: La República 07/11/2008)