PRONUNCIAMIENTO
La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) condena el empleo de niños, niñas y adolescentes en acciones armadas por parte del grupo terrorista Sendero Luminoso, y llama al Estado, a la ciudadanía y a la comunidad internacional a aunar esfuerzos para frenar este crimen.
El grupo terrorista Sendero Luminoso, en una de sus facetas más bárbaras, ha recurrido al reclutamiento forzado y la esclavitud de niños desde el inicio de sus acciones, tal como lo demostró la Comisión de la Verdad y Reconciliación. Hoy, sus remanentes en la zona del VRAE no dejan de hacerlo. Así lo muestran los hallazgos de la prensa y el testimonio de soldados que prestan servicios en la zona.
El uso de niños, niñas y adolescentes en acciones armadas no sólo está sancionado por la legislación peruana, sino que constituye una violación al derecho internacional humanitario y un crimen internacional de lesa humanidad.
La CNDDHH y Save The Children han denunciado estos crímenes en los foros internacionales correspondientes. Hemos dirigido comunicaciones urgentes de alerta a la Presidencia del Comité de Derechos del Niño de Naciones Unidas, a la Representante Especial del Secretario General de las Naciones Unidas para la cuestión de los niños y los conflictos armados, así como al Relator sobre los Derechos de la Niñez de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y haremos lo propio en los espacios que corresponde a la sociedad civil en la XXXIX Asamblea General de la OEA que se celebra esta semana en Honduras.
Todas estas acciones han sido puestas oportunamente en conocimiento de las más altas autoridades del Estado. Por ello es lamentable que algunos representantes del gobierno, que recién anuncian que tomarán iniciativas al respecto, no digan la verdad en relación con las iniciativas del movimiento de derechos humanos.
La CNDDHH exhorta a las autoridades del Estado a actuar afirmativamente para proteger a los niños, niñas y adolescentes de la violencia terrorista, cumpliendo así su rol de garantes de los derechos de la niñez. En ese sentido, llamamos a todos los actores comprometidos a coincidir en este esfuerzo, al cual ofrecemos toda nuestra cooperación.
Transcurridos veinte años desde la aprobación de la Convención sobre los Derechos del Niño, no podemos permitir que los niños, niñas y adolescentes sean manipulados para empuñar armas y matar o ser asesinados.
Lima, 1 de junio de 2009