Las dictaduras acompañadas de la práctica generalizada de tortura ya no existen en América Latina. Eso no significa que se haya dejado de torturar.

En la región todavía persisten formas solapadas de esas violaciones a los derechos humanos, y a veces hasta se las trata de justificar.

Las condiciones en que se encuentran los presos en las cárceles se pueden considerar tortura, además del maltrato a los delincuentes comunes.

Así lo afirmó Claudio Grossman, presidente del Comité de la ONU contra la Tortura en una entrevista para la radio de la ONU.

Grossman subrayó que esa práctica es totalmente injustificable y llamó a los gobiernos de la región a erradicarla.

Grossman: La tortura es siempre injustificable

El Presidente del Comité de la ONU contra la Tortura resaltó la importancia de que los países cumplan estrictamente con la prohibición del uso de ese tipo de maltrato, sobre todo en casos de emergencia.

En rueda de prensa en la sede de Naciones Unidas, Claudio Grossman, recordó que aquellos que violan esas directivas, irremediablemente afrontan problemas políticos.

«Existen miles de causas buenas y personas que claman defenderlas, pero las leyes indican que hay cosas que no se pueden hacer. El terrorismo es una de ellas y la tortura es otra. No aceptemos que nos digan que se cometieron por una causa justa», dijo.

Grossman presentó este martes un informe ante la Asamblea General en el que afirmó que la prohibición absoluta de la tortura no se ha hecho realidad en muchos de los Estados que han ratificado la Convención de la ONU sobre esa materia.

Igualmente lamentó que sólo 64 de sus 147 Estados parte hayan aceptado la competencia del Comité para evaluar alegaciones de personas que dicen haber sufrido de ese tipo de maltrato.

Fuente: Radio ONU