Robinson Macedo fue reclutado en el 2008. Madre del joven, Irene Sima, denunció que se lo llevaron irregularmente de la plaza de Pucallpa. Poco antes de Navidad habló con él por última vez. Robinson le dijo que no se podría comunicar por un tiempo porque sería enviado a una base.

Por María Elena Castillo.

Uno de los soldados fallecidos en la emboscada terrorista de Sanabamba, en Ayacucho, era menor de edad. Se trata de Robinson Macedo Sima, quien fue reclutado por el Ejército en abril del año pasado, cuando apenas tenía 16 años, a pesar de que la Ley del Servicio Voluntario pide como requisito la mayoría de edad.

La representante de la oficina defensorial de Ucayali, Hilda Saravia, reveló que la madre del joven, Irene Sima, denunció que su hijo, quien nació el 19 de junio de 1991, fue reclutado ilegalmente cuando estaba en la Plaza Grau, en Pucallpa, más conocida como la Plaza del Reloj Público. Precisó que en ningún momento solicitaron su autorización y que durante varios días no supo nada de él.

La propia madre reveló a un diario regional que tres días después de su desaparición se acercó al centro de reclutamiento pensando que podía estar allí, pero le negaron su presencia. “Me dijeron que no figuraba en la base de datos. Hasta que una vecina me comentó que su hijo, al igual que el mío, se encontraban en Ayacucho, sirviendo a la patria”, sostuvo.

Varios meses después de su desaparición el joven se comunicó con su familia. Llamó por teléfono para avisar que estaba en Pichari, sin dar más detalles de su ubicación ni de las misiones que le tocaba realizar. Sus padres jamás se imaginaron el peligro que lo acechaba.

Morir a los 17

A Robinson le faltaban dos meses para cumplir los 18 años, fecha en que recién podía haber iniciado su servicio militar. Sin embargo, murió a los 17 años y 10 meses, en la emboscada terrorista del jueves pasado.

La última vez que habló con su madre fue poco antes de Navidad, cuando la llamó por teléfono para saludarla y comentarle que no se podría comunicar en un buen tiempo porque había sido cambiado a una base militar.

Sin darle mayor explicación los restos del muchacho fueron entregados a sus padres ayer por la tarde en un féretro, sin más reconocimiento que el soldado que llegó a su casa, en el humilde asentamiento humano Micaela Bastidas, en Pucallpa, para darles la fatal noticia.

Sus retos serán enterrados hoy en el Cementerio General de Pucallpa, en un área especial designada para los militares caídos que defienden a la patria.

También su otro hijo

El dolor de doña Irene no quedará allí, pues está preocupada por la vida de otro de sus hijos: Christian Shapiana Cima, de 23 años, quien desde hace dos meses se encuentra en Pichari, también sirviendo a la patria.

Teme que a él también lo destaquen a una base del Valle de los ríos Apurímac y Ene (VRAE). Tiene pavor de pensar que puede morir en las manos de los terroristas como ocurrió con su querido Robinson.

Lo único que quiere ahora, más allá del consuelo de las autoridades, es que no le devuelvan a Christian en un féretro.

La Defensoría del Pueblo tomó conocimiento de este caso por la tarde de ayer, cuando se acercaron a los familiares de los soldados fallecidos para verificar el traslado de los cuerpos de los fallecidos. Por la mañana la defensora Beatriz Merino advirtió que desde el año pasado la institución ha recibido 120 quejas sobre reclutamientos arbitrarios y de menores de edad.

“Tenemos denuncias de menores de edad que están siendo reclutados en la región Ucayali y que están siendo llevados a Ayacucho. Hemos recibido el año pasado 120 quejas de familiares. Y la mayoría son de Ucayali”, refirió.

Merino: No debe haber menores de edad en cuarteles

La defensora del Pueblo, Beatriz Merino, reiteró la necesidad de verificar que no existan menores de edad en los cuarteles. Recordó que en el 2008 se recibieron 120 quejas (procedentes de todo el ámbito nacional) por reclutamiento arbitrario de adolescentes entre los 14 y 17 años de edad, y dos casos de menores de 13 años reclutados en las Bases Militares de Curaray en Loreto y Quiulacocha en Pasco.

La mayoría de estas quejas se presentaron en Ucayali. En todos los casos, después de las gestiones de la Defensoría, los menores fueron entregados a sus padres. Sin embargo, hay casos como el del fallecido Robinson Macedo, cuyos padres no denunciaron el irregular reclutamiento.

Asimismo, el representante de la oficina defensorial de Ayacucho, Jorge Fernández Mávila, reveló que una parte importante del personal que participa en las acciones contrasubversivas en el Valle de los Ríos Apurímac y Ene (VRAE) son jóvenes que realizan servicio militar voluntario y no tienen la experiencia  necesaria para participar en este tipo de operativos. Explicó que se trata de jóvenes que tienen entre 18 y 25 años, cuando se debe hacer es enviar personal especializado y capacitado especialmente para actuar en zonas de emergencia.

http://www.larepublica.pe/archive/all/larepublica/20090415/16/3219/todos/3219