Declaración de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos

La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (CNDDHH) observa que, si bien los conflictos sociales actualmente en curso responden a motivos disímiles, tienen en común que los canales institucionales para procesar las demandas han perdido legitimidad de una manera creciente y muy grave. Ante los ojos de parte importante de la población, los mecanismos propuestos por el Gobierno Nacional y los Gobiernos Regionales, tales como convenios, acuerdos, mesas de diálogo o las instancias administrativas regulares, aparecen como ineficaces, por lo que con frecuencia son abandonados. Ante ello, el recurso a la protesta violenta se va imponiendo con alarmante frecuencia como mecanismo supuestamente eficaz para imponer reivindicaciones, cuando en realidad se trata de un recurso de resultados contraproducentes, imprevisibles y definitivamente perjudiciales para toda la sociedad, incluidos los sectores reclamantes.

La CNDDHH es conciente de la complejidad del tema y lo difícil que puede resultar su solución en un plazo breve. Por ello quiere enfatizar como punto fundamental de preocupación, en este momento, la necesidad de que todos los sectores se comprometan a prevenir violaciones de derechos humanos, que puedan cometerse tanto por sectores que protestan como por las fuerzas de seguridad.

En este sentido queremos exhortar:

– Al Gobierno y las fuerzas de seguridad, a realizar toda acción de restitución del orden público respetando los derechos de la población, con un uso mínimo y proporcional de la fuerza, evitando en lo posible actos que generen una escalada de las acciones de violencia. Asimismo, a las autoridades tanto del Gobierno Nacional como de los Gobiernos Regionales, las llamamos a actuar con iniciativa frente a los conflictos en desarrollo y mantener en todo momento la posibilidad del diálogo. Urge, además, restablecer la relación de la Policía Nacional con la población sobre una base democrática y de servicio público, relación que ha sido gravemente socavada por el desprestigio de la institución a causa de la corrupción y una forma de actuar vertical y ajena a las necesidades de la población.

– A los sectores de la población que protestan, a respetar los bienes públicos y privados, a respetar el libre tránsito por las vías públicas y a no incurrir en agresiones que vulneren derechos de funcionarios o empleados estatales. Instamos especialmente a rechazar la incitación a cometer actos violentos como la toma de rehenes de funcionarios públicos o efectivos de la Policía Nacional, así como el ataque e incendio de comisarías policiales. En tal sentido, hacemos un llamado especial a poner en libertad inmediatamente a los 15 miembros del Gobierno Regional de Cajamarca que cumplían el rol de negociadores y que han sido retenidos en Cajabamba, y a no tomar de rehenes a miembros de la Policía Nacional, como ocurrió esta semana en Moquegua, o atacar locales policiales como la comisaría de Nueva Cajamarca, en Moyobamba, que fue incendiada ayer.

La CNDDHH llama a todos los actores sociales públicos y de la sociedad civil, a buscar soluciones consensuadas para enfrentar el escenario de conflictos actuales y futuros, con justicia, equidad, eficiencia y vigencia de derechos. Recordamos que es responsabilidad del Gobierno mantener abierta la vía del diálogo y hacer todo esfuerzo para llegar a acuerdos efectivos con los manifestantes que hacen uso legítimo de su derecho de protesta. Invocamos una vez más a la población evitar los actos de violencia, que agudizan los problemas sociales y conspiran contra un clima favorable al diálogo, única vía para la solución racional de los problemas.

La CNDDHH comprende y apoya el derecho de manifestación y protesta de la población, y la legitimidad de numerosas demandas sociales. No obstante, siente también el deber de defender la paz, esa paz que los peruanos hemos aprendido a valorar tras la terrible experiencia del terrorismo. Por eso reitera su enérgico rechazo a todo acto de violencia que se presente en el marco de las protestas sociales que se vienen desarrollando en diferentes regiones del país. Al mismo tiempo, renueva su llamado urgente a los actores involucrados en los conflictos a recuperar la capacidad de diálogo y negociación para atender las causas de estos problemas a la brevedad.

Lima, 30 de octubre de 2008

Coordinadora Nacional de Derechos Humanos