Ante los conflictos laborales que actualmente afectan al sector Salud, la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos declara que:
1. El derecho a la salud es un derecho fundamental, esencial e indispensable de la persona humana. Lamentablemente, la concreción de este derecho es una meta que está todavía muy lejos de ser alcanzada en nuestro país, donde la gran mayoría de la población de menores recursos recibe una atención de salud precaria o está totalmente al margen del sistema de salud, cuyas clamorosas deficiencias en cuanto a previsión y extensión de sus servicios no han sido seriamente afrontadas por el Estado.
2. El conflicto que actualmente enfrenta al Ministerio de Salud con la Federación Médica Peruana es parte de la realidad descrita en el punto anterior. Los reclamos del gremio de profesionales del sector Salud por sueldos y condiciones de trabajo, eran conocidos por el Ministerio de Salud desde hace considerable tiempo, a pesar de lo cual no se previó lo necesario para evitar llegar a un conflicto laboral. Peor aún, llegado el momento, el ministro de Salud agregó motivos de enfrentamiento y encono que dificultaron la apertura de un diálogo.
3. Como en el caso de muchos otros conflictos de carácter laboral, étnico o regional, que en la mayoría de los casos son claramente identificables y predecibles tal como lo demuestra el monitoreo de la Defensoría del Pueblo, el Estado llega tarde y muy mal premunido de alternativas de solución. Más aún, el conflicto parece empeorar al extenderse al sector de la Seguridad Social, cuyos profesionales anuncian una paralización de labores para el día de mañana miércoles 17.
4. El Gobierno y la Federación Médica deben reiniciar cuanto antes el diálogo, sin condiciones previas, para llegar a una solución razonable en el plazo más breve que sea posible. Ni el ciego y sordo principio de autoridad, ni el maximalismo gremial, pueden imponerse sobre el derecho a la salud de las personas, tan precario o descuidado ya. Las autoridades deben hacer el esfuerzo por atender los justos reclamos salariales y profesionales del gremio médico. Los médicos, por su parte, han de ser flexibles y razonables en sus exigencias, y en ningún caso descuidar la atención de emergencia durante la huelga.
5. Este conflicto en el sector Salud no debería pasar como tantos otros, para volver a repetirse al cabo de un tiempo como un círculo vicioso. Ojalá fuese ésta la ocasión para tomar conciencia de la importancia de definir una política nacional de salud efectiva y coherente, basada en la prevención, cuyo objetivo sea la plena realización del derecho a la salud mediante la universalización de la atención de salud a la población peruana.
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