La vida del Policía es tensa y frecuentemente peligrosa. Durante sus años de servicio, rondará, permanente, la posibilidad del trauma; e invariablemente sufrirá los efectos del estrés. Por eso, si algo es importante en este trabajo de peligro y desgaste, es un eficaz servicio de salud. Sin embargo, el desabastecido y mal administrado Hospital de Policía no es una solución sino un riesgo, que burla y defrauda diariamente el derecho de cientos de policías a recuperar la salud perdida.

Jueves 2 de octubre, cinco y cincuenta de la mañana. La sala de espera de la unidad de hemodiálisis del hospital de la PNP recibe uno a uno a los pacientes del turno de las seis de la mañana que llegan con insumos químicos, instrumental médico y hasta productos de limpieza para desinfectar las máquinas de diálisis- que bordean alrededor de 200 soles por sesión-, porque desde enero de este año el hospital les ha comunicado, a través de distintos medios, que no hay medicinas y que si quieren atenderse tienen que adquirirlas ellos mismos.
“Es el colmo. El hospital no nos da ningún medicamento. Realmente indignante. Si no llevamos las medicinas no nos atienden. Cuando he preguntado en dos oportunidades a los encargados del hospital qué estaba pasando, la respuesta fue siempre la misma: no hay presupuesto”, relató a IDL-SC el coronel PNP (r) Víctor Cancino, quien desde hace cinco meses se ha visto obligado a dializarse tres veces por semana a causa de una insuficiencia renal.

Para Cancino, quien tuvo una participación notable en el equipo policial que investigó el sonado caso “Villa Coca” y que culminó con la captura del narcotraficante Reynaldo Rodríguez, ‘El Padrino’, el responsable del desabastecimiento era el entonces director general de la PNP, Octavio Salazar. “Este hospital es una calamidad. Nos están alargando la agonía y el responsable es el director general de la Policía. Después de servir 33 años a mi institución ahora me obliga a comprar medicinas cuando estas deben ser gratuitas”, enfatizó Cancino, uno de los 133 pacientes de la unidad de diálisis. (ver facsímil)

Ciertamente, en una de las puertas de ingreso dicho departamento médico se puede ver un comunicado del hospital que señala que “la falta de medicinas no es responsabilidad del área de nefrología”.¿De quién entonces? En diálogo con IDL-SC, el director del hospital, Lucas Navarro, sostuvo que el desabastecimiento de medicamentos no es responsabilidad suya.

“La compra de medicinas no depende de mi, por lo tanto no soy responsable del desabastecimiento. Yo solo hago los pedidos. Yo tengo mi trabajo y cumplo con él”, dijo Navarro. Sin embargo, no precisó cuál era la naturaleza de dicho trabajo.

IDL-SC recorrió las farmacias del hospital y pudo comprobar que el 80 por ciento de los anaqueles estaban vacíos. Prueba de ellos son las recetas con anotaciones de “no hay stock” que tienen los centenares de pacientes que transitan a diario por los pasillos del centro médico. (ver receta)

Tampoco hay reactivos ni jeringas en el laboratorio. Lo cual impide realizar los análisis de rutina. La encargada de turno indicó que aún no estaba programada una nueva compra.

“Nunca hay nada. Yo recibo alrededor de 300 soles de pensión mensual y no me alcanza para el tratamiento de diálisis (alrededor de 2 mil soles mensuales). A veces no puedo venir por falta de dinero. Tengo miedo de morir por este olvido, esta negligencia de la Policía Nacional”, sostiene un oficial de la PNP en retiro que pidió mantener su nombre en reserva “para evitar las represalias de los médicos”.

Otra de las pacientes que también estaba en la misma sala refirió que “hace tres semanas se murió un paciente por negligencia médica. Aquí tenemos que estar alertas. Uno no sabe si va a salir vivo”.

El cierre de esta edición coincidió con las últimas horas de la gestión de Octavio Salazar como director general de la Policía. IDL-SC hizo intentó repetidamente entrevistarlo, pero tanto él como el director de la Dirección de Salud de la PNP (Dirsal), Víctor Lovera se negaron a dar declaraciones sobre el tema.

La Dirección de Informaciones de la Policía (Dinfo), dirigida por el coronel PNP Demetrio Pérez Vargas, indicó a IDL-SC que no serían posibles las entrevistas por las agendas recargadas de ambos generales. Esto a pesar de que se solicitaron con dos semanas de anticipación. Asimismo, esta oficina se negó a dar información pública sobre el prosupuesto con el que cuenta el Fospoli y por qué se han ejecutado solo tres compras de las 300 programadas para este año.

Informes acusatorios

Hay muchas irregularidades en el Fospoli, que cuenta con un presupuesto de 140 millones de soles. En mayo de este año, la Fiscalía Anticorrupción, a cargo del fiscal Óscar Zevallos, realizó una intervención en los almacenes del hospital central de la PNP, donde se incautaron medicinas vencidas e instrumental médico falsificado. Días después, Zevallos abrió una investigación.

IDL-SC pudo conocer, a través de fuentes de la Fiscalía, que el informe de dicha investigación estará concluido este viernes y que los alrededor de 16 funcionarios que participaron directamente en la adquisición de medicinas en mal estado serían denunciados por los delitos contra la salud pública, colusión y cohecho.

En tanto, la Contraloría General de la República remitió hace dos semanas al despacho de Zevallos su informe sobre el caso. En dicho documento, el órgano de control señala que “en los ambiente del almacén central del Fospoli, se han identificado medicinas que ya habían expirado, no siendo retiradas, ni dadas de baja…asimismo, se presentan inadecuadas prácticas de almacenamiento, debido a que sus ambientes no cuentan con una adecuada ventilación, el espacio para maniobrar las medicinas son estrechos, deficiente iluminación, aunado a ello, los productos vencidos (que fueron entregados a los pacientes) antes citados presentaban humedad y hongos en las cajas que los contiene”, refiere el documento al que tuvo acceso IDL-SC. (ver conclusiones del informe)

Además, señala que habría tres millones 167 mil soles en perjuicio económico del Fospoli y le recomienda a la Fiscalía que tome acciones legales contra los funcionarios implicados.

Mientras tanto, las horas de espera se hacen interminables para los policías enfermos que a diario tienen que lidiar con la negligencia y el abandono de su institución.

Fuente: Seguridad Ciudadana (IDL)