Por Norka Peralta
Vìa El Comercio

Paul Colinó Monroy es presidente del Movimiento Negro Francisco Congo, una organización fundada en 1986 para promover la defensa de los derechos de los afroperuanos. Ayer, con cierta pesadumbre, señalaba que a 154 años de la abolición de la esclavitud en el Perú la inclusión de los afroperuanos es lenta y difícil.

«Vea en los supermercados y en los bancos: allí no trabajan negros. Es cierto que hay muchas leyes que condenan la discriminación racial, pero en la práctica un negro no tiene tantas facilidades como la gente de otros grupos étnicos», refiere Colinó. Luego se anima un poco y cita algunos de los aportes de la raza negra.

La lista de su orgullo empieza con la devoción: «San Martín de Porras es un santo venerado en muchos países, señala y prosigue con la imagen del Señor de los Milagros. «Fue pintada por un negro de Angola y hoy convoca la fe de millones de personas». Después viene el arte: «Pancho Fierro, Gil de Castro». Continúa con la música: «Porfirio Vásquez, Nicomedes Santa Cruz» y luego con la gastronomía: «En la Colonia inventamos platos para sobrevivir, como el mondongo, la fritanguita, chanfainita, tacu tacu, la torrejita de seso y el cau cau».

MÁS ALLÁ DE LO EVIDENTE
El 3 de diciembre de 1854, Ramón Castilla abolió la esclavitud en el Perú desde la ciudad de Huancayo. Pese al tiempo transcurrido, los prejuicios raciales no se han podido superar en un país multicultural y sociodiverso.

Lo más evidente son las percepciones: el último barómetro publicado por el Grupo de Opinión Pública de la Universidad de Lima indica que 76,5% de sus encuestados considera que los peruanos somos racistas. Esta percepción es una tendencia que se mantiene vigente desde el 2004, cuando 75,4% de los entrevistados respondió lo mismo. Sin embargo, el mismo barómetro señala que solo 11,2 % se reconoce como racista.

Lo menos evidente son las denuncias contra la discriminación racial: según la Defensoría del Pueblo, en lo que va del año ha recibido solo 19 denuncias por discriminación, aunque estas agrupen otras segregaciones por raza, sexo, condición física, edad, situación económica y social, y un largo e infame etcétera. De enero del 2006 a mayo del 2007 se recibieron 67 casos de presunta discriminación.

Al respecto, Julio Mansilla, comisionado de la Adjuntía de Derechos Humanos de la Defensoría del Pueblo, comenta que las escasas denuncias se deben al temor y vergüenza de las víctimas y a la poca confianza de que se les haga justicia. A veces, irónicamente, la única forma de hablar del tema es la exposición pública del discriminado.

Ese fue el caso de los jóvenes ciclistas de San Juan de Lurigancho, distrito del cono este de Lima, que en junio fueron detenidos en Miraflores, acusados de delincuentes, bautizados como ‘Los Malditos de Larcomar’ y presentados como tales a la prensa. Muchos vieron tintes de racismo en la detención. Gabriel Prado, especialista en seguridad ciudadana, dijo: «Fue un mensaje a los conos: ‘ustedes no son bien vistos en esta zona de la ciudad'».

Germán Guanira, abogado de la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (Aidesep), organización que ha liderado las últimas protestas de los indígenas amazónicos, señala que la discriminación contra los indígenas de la selva ha recrudecido.
«La discriminación viene desde el Estado que no toma en cuenta la opinión de los grupos indígenas que habitan los territorios a ser explotados por las petroleras. No solo se ignora su opinión, sino que cuando hay conflictos los funcionarios públicos ni siquiera se preocupan en informarle en su idioma nativo y solo lo hacen en castellano», refiere Guanira.

Según Aidesep, la Amazonía es habitada por 1.500 comunidades nativas que pertenecen a diversas familias lingüísticas.

COSTUMBRES MARGINADAS
Expresarse en su propio idioma, respetar sus costumbres y cultura también expone a los indígenas a la discriminación.

Recientemente la Organización Asháninka del Valle del Río Apurímac (OARA) denunció actos de discriminación hacia los escolares machiguengas del valle cuyos profesores se rehusaban a recibirlos en clases si vestían la chusma, que es su vestimenta típica.

Los pequeños eran obligados a vestir el uniforme escolar único. El caso es investigado.

«Lo que ha pasado con los alumnos machiguengas es una muestra de lo que ocurre en otras comunidades donde las costumbres de los nativos son despreciadas», señaló el secretario técnico del Consejo Educativo Municipal de la Municipalidad de Kimbiri, Sixto Paz, a Aidesep.

Eduardo Toche, politólogo y consultor de este Diario, cree que la discriminación en el Perú es estructural y va mucho más allá del modo de relacionarnos entre peruanos.

«No hemos formado aún una idea de comunidad. No tenemos ni idea de lo que significa ser un país multicultural, pues a lo largo de nuestra historia se han establecido criterios que nos diferencian, nos segregan y excluyen. Por ello hay ciertas características raciales que han sido relacionadas con la pobreza. Son criterios con una vigencia a largo plazo. Por eso, no es casualidad que la gente más pobre y excluida sea quechuahablante, negra o amazónica», refiere Toche.

El especialista cree que a 154 años de la abolición de la esclavitud el Perú aún no ha podido ser capaz de establecer mecanismos de acceso a la información y al respeto de los derechos de decenas de grupos étnicos que siguen desde los inicios de nuestra historia en la absoluta exclusión.

EN PUNTOS
Discriminar es un delito penal
-La Defensoría del Pueblo recibe las denuncias de discriminación y las canaliza a las entidades competentes: Ministerio Público, Indecopi, Ministerio de Trabajo y Educación.
-El artículo 2 de la Constitución señala que toda persona tiene derecho () a la igualdad ante la ley. Nadie debe ser discriminado por origen, raza, sexo, idioma, religión, opinión, condición económica o de otra índole.
-El artículo 323 del Código Penal sanciona como delito la discriminación, pues «anula o menoscaba el reconocimiento, goce o ejercicio de los derechos de la persona».
-Entre las causales de discriminación se consideran sexo, raza, religión, edad, filiación, discapacidad, opinión política, condición económica, identidad étnica y cultural, indumentaria e idioma.

EL COMERCIO LO DIJO
«Los varones y las mujeres tenidos hasta ahora en el Perú por esclavos o por siervos libertos, sea que su condición provenga de haber sido enajenados como tales o de haber nacido de vientres esclavos, sea que de cualquier modo se hallen sujetos a servidumbre perpetua o temporal; todos, sin distinción de edad, son desde hoy para siempre enteramente libres».
ARTÍCULO PRIMERO DEL DECRETO DE RAMÓN CASTILLA PUBLICADO EN ESTE DIARIO EL 25 DE ENERO DE 1825.