Gisela Ortiz, portavoz de los familiares de las víctimas de la matanza de La Cantuta (1992), aseguró que el régimen aprista “quiere andar en contra de la historia del Perú” al haber rechazado una donación para la construcción de un espacio que recuerde a las víctimas de la guerra interna que vivió el país.
Como se sabe, el Gobierno peruano rechazó una donación del Ejecutivo alemán de dos millones de dólares para la construcción y mantenimiento de un “Museo de la Memoria” que recuerde a las víctimas de los años del terrorismo (1980-2000).
Fuentes diplomáticas alemanas explicaron a la agencia Efe que esta oferta fue rechazada por el Gobierno peruano pese a que “ha sido hecha a través de diferentes canales”, pero ninguna fuente oficial peruana ni la presidencia, ni la cancillería quisieron hacer comentarios al respecto.
“Me parece una vergüenza que tengamos un Gobierno que quiere andar en contra de la historia. En nuestro país el proceso por la violencia política ha sido bastante duro y no se puede dejar de lado. Hay que recordarlo siempre, tenerlo presente, hay que hacer memoria”, dijo Ortiz a elcomercio.com.pe.
Señaló que es el deseo de todos los peruanos que no se repita la violencia que vivió el Perú durante la década de los ochentas, pero que para ello es necesario la creación de espacios que ayuden a recordar esa parte de la historia y a aprender de ella.
Según Ortiz, con el rechazo de la donación, el régimen aprista ha demostrado poca claridad en su compromiso con el respeto a los Derechos Humanos y con las víctimas de la violencia interna en el país.
DEFIENDEN DECISIÓN
Aunque reconoció la importancia de la obra, el ministro de Defensa, Ántero Flores-Aráoz, reiteró esta mañana que preferiría destinar ese dinero a la alimentación de la población.
“Si yo tengo personas que quieren ir al museo, pero no comen, van a morir de inanición. (…) Hay prioridades”, indicó en entrevista con RPP.
Al ser consultado sobre si este criterio debería ser aplicado en la designación de fondos para el sector Defensa, Flores-Aráoz opinó que “la mejor defensa es tener lo suficiente para ser disuasivo. Diplomacia sin armas es música sin instrumentos”.
Fuente: www.elcomercio.com.pe