Ya son 92 los cadáveres desenterrados de fosas clandestinas en Los Cabitos.
Las huellas del horror siguen saliendo a la luz. Los restos mortales de otras 11 personas que habrían sido asesinadas extrajudicialmente fueron hallados durante la última semana en las fosas clandestinas del cuartel Los Cabitos, donde habrían sido sepultados cientos de ayacuchanos asesinados entre 1983 y 1985, los años más duros de la violencia que sacudió esta región.

Con este hallazgo, a cargo de peritos del Equipo Forense Especializado del Ministerio Público de Ayacucho, se han recuperado los restos de 92 individuos, entre osamentas y huesos calcinados, desde que se iniciaron las exhumaciones, en enero del 2005.
Los once cuerpos fueron ubicados en el sector 3-A de La Hoyada entre el 31 de diciembre y ayer martes. Nueve de los cuerpos estaban uno sobre otro en tres fosas múltiples.
En una de las tumbas la tarea de exhumación fue más ardua porque los cadáveres estaban sepultados con grandes piedras, a un metro de profundidad. En otros cuatro hoyos fueron hallados fragmentos de restos óseos y una prótesis dental.
Según los peritos, los restos humanos presentan orificios de bala en el cráneo y algunos tenían los rostros cubiertos con pasamontañas, como ocurrió con otros cuerpos exhumados en meses pasados.
Además, en una de las tumbas se hallaron dos proyectiles de pistola que son de exclusivo uso militar. Esto ha hecho suponer que las personas habrían sido asesinadas por efectivos del Ejército.
“Estos hallazgos confirman que el cuartel Los Cabitos ha funcionado como centro de detención clandestina, donde las personas secuestradas eran ejecutadas extrajudicialmente y luego enterradas en este lugar para borrar las evidencias”, dijo Yuber Alarcón, representante de Aprodeh.
La etapa de exhumación de cadáveres en esta zona de Los Cabitos, a cargo del fiscal supranacional Andrés Cáceres, culminaría hoy.
A la fecha se han cateado más de mil hoyos buscando evidencias de violaciones de derechos humanos que habrían ocurrido entre 1983 y 1985, durante las jefaturas militares en Ayacucho de los generales Clemente Noel, Adrián Huamán y Wilfredo Mori.
Piden celeridad al investigar
Lidia Flores de Huamán, presidenta de la Asociación Nacional de Familiares Secuestrados, Detenidos y Desaparecidos, dijo que no cesará hasta lograr justicia y sanción ejemplar para los responsables de estos crímenes.
“Los cadáveres hallados prueban que los militares asesinaron a nuestros seres queridos. Pedimos al fiscal celeridad al investigar y que ordene que venga aquí Jesús Sosa Saavedra (miembro del grupo paramilitar Colina) para que indique dónde están enterrados más cadáveres”, dijo Flores.
(Fuente: La República 07/01/2008)