Bogotá/Nueva York, febrero 27 de 2009.

El Centro Internacional para la Justicia Transicional (ICTJ) expresa su preocupación por la decisión del ejecutivo peruano de rechazar la contribución del Gobierno de Alemania para hacer posible la construcción del Museo de la Memoria. Esta iniciativa está destinada a conmemorar a las miles de víctimas de la violencia en ese país y a servir como espacio de aprendizaje del pasado para toda la sociedad peruana.

El Museo de la Memoria tiene como propósito constituirse en un conjunto monumental que incluya la exposición fotográfica “Yuyanapaq” (¡Para recordar!), elaborada por la Comisión de la Verdad y Reconciliación, así como otras instalaciones que permitirían a todos los peruanos reflexionar sobre el significado de la violencia, aprender del pasado y de la necesidad de garantizar la no repetición de los crímenes atroces cometidos y reportados en el informe final de la Comisión.

En agosto de 2003, la Comisión de la Verdad y Reconciliación recomendó al gobierno peruano el establecimiento de un espacio público de conmemoración en la ciudad de Lima, “que conserve para las generaciones futuras la memoria de la tragedia nacional”. La iniciativa del Museo de la Memoria representa, precisamente, una oportunidad de cumplir con dicha recomendación y traducir los hallazgos de la Comisión en una propuesta de reconciliación, educación y reconocimiento de las víctimas.

“La construcción del Museo de la Memoria significaría un acto concreto de reparación simbólica para las víctimas de la violencia pero también es la edificación de un espacio educativo en el que toda la sociedad peruana puede aprender del pasado, gracias al potencial educativo de los museos. Negarse a su construcción no sólo es negar el dolor de las víctimas sino también la posibilidad de aprendizaje de una sociedad y la confrontación con este pasado”, afirmó Mariclaire Acosta, directora para las Américas del ICTJ.

La construcción de espacios públicos de conmemoración y recuerdo es una práctica común en muchos países que han pasado por períodos de violencia y autoritarismo, tales como Camboya, Argentina, Guatemala y Colombia, entre otros. Estos espacios implican una contribución sustancial a la educación de las futuras y actuales generaciones y un homenaje a las víctimas de la violencia.

El ICTJ alienta al Gobierno de Perú a reconsiderar la negativa de aceptar un donativo tan importante como el ofrecido por el gobierno de Alemania y lo invita a impulsar el establecimiento de este espacio público, como expresión concreta de sus compromisos con el proceso de verdad, justicia y reparación en este país.

Asimismo, se suma a las expresiones de la sociedad civil peruana, que han señalado la importancia de la conmemoración de las víctimas de la violencia como gesto humanitario elemental y que llama a recordar y redimir la historia reciente del país, “no mediante el silencio sino por medio del recuerdo honesto, compasivo y justiciero”.

Sobre el ICTJ: El ICTJ (www.ictj.org) es una organización internacional privada fundada en 2001 en la ciudad de Nueva York, con el fin de apoyar a países que buscan salir de conflictos armados o de regímenes dictatoriales y consolidar la institucionalidad democrática sobre la base del ejercicio de la justicia. El Centro ha desarrollado proyectos en más de 30 países alrededor del mundo, cuenta con 13 sedes, incluida Colombia, y ha realizado alrededor de 500 misiones internacionales. Ha prestado apoyo a procesos penales y comisiones de la verdad; ayudado en la elaboración de programas de reparación y asesorado el diseño de reformas en los sectores de justicia y seguridad.