Escribe Germán Vargas Farías

La marcha de hoy fue viva, pacífica, alegre e incluyente. Hacia tiempo que por las calles de Lima no se veía una movilización de gentes tan diversas. Familiares de víctimas del conflicto armado interno, organizaciones de mujeres, grupos de iglesias, gremios sindicales, agrupaciones de estudiantes, desempleados, instituciones defensoras de los derechos humanos, representaciones de partidos políticos, entre otros colectivos, marcharon unidos en torno a una consigna común: ¡Fujimori Culpable!; frase sedienta de justicia, enunciado cargado de esperanza.  

Puedo afirmar que, quienes marchamos esta tarde, hemos sentido la ilusión de la justicia. Ilusión concebida como esperanza en algo concreto, por lo cual se ha luchado durante muchos años. Ilusión entendida como convicción y compromiso; esperanza en la justicia, sí, pero fundamentalmente en los que trabajan por la justicia.

Hoy hemos renovado, entonces, nuestras ilusiones. Sin triunfalismos, sin odios, sin espíritu de venganza. Nos hemos juntado gente creyente en la posibilidad de construir un país digno y diferente. Hagámoslo, sigamos marchando juntos en memoria de nuestros hermanos y hermanas ausentes, en homenaje a quienes nos antecedieron en la lucha.

Hoy hemos renovado la ilusión, hoy hemos reafirmado nuestra fe.

Gran Marcha Ciudadana por la Justicia